EL CABELLO Y SUS CAMBIOS

Con el correr de los años, el cabello no se mantiene igual. El primer cambio puede ocurrir en la pubertad y el segundo importante, cuando la mujer pasa la barrera de los 40, con la aparición de las primeras canas que, si bien no es un síntoma de vejez, envejecen cuando no se las cubre y modifican la textura del cabello que se torna más seco, se eriza y tiende a enrularse, por eso se dice que las canas “son rebeldes”. Cuando el cuero cabelludo es graso, el cabello tiende a caerse con más frecuencia en cualquier época, en cambio un cabello normal se desprende para darle paso a uno nuevo. Este es el momento en que el pelo deberá tratarse con un buen producto de limpieza para proteger y alimentar el bulbo y aportarle al nuevo los componentes que necesita, de esa manera ese cabello crecerá con más fuerza y vigor. En el climaterio, el cabello se deteriora con facilidad, dado que las hormonas no están a pleno y una de las primeras señales se nota en el pelo produciendo caída, afinamiento, resecamiento de puntas o bien un exceso de grasitud en el cuero cabelludo. El sol también puede ocasionar cambios en el pelo por eso es conveniente usar productos que incluyan factor de protección en su fórmula, además hay que adoptar la costumbre de cubrirse la cabeza con un sombrero o pañuelo durante la exposición. Las tinturas no deben dañar la fibra capilar, todo lo contrario, siempre y cuando elijan una coloración de buena calidad o acudan a un salón de peluquería confiable.